Su principal ventaja con respecto al doble ocho es que es mucho mas fácil de deshacer tras carga, húmedo o congelado, así como más fácil de hacer con una sola mano. El doble ocho le aventaja sin embargo en cuanto a ser más familiar y de más fácil comprobación. En cuanto a resistencia ambos andan en valores similares, alrededor del 70%, otorgando algunas fuentes mayor resistencia a uno y otras al otro, siempre con poca diferencia.
Aquí os dejo algunas fotos del nudo y un vídeo en el que grabo a Juan Ramón Álvarez, veterano escalador asturiano, explicándonoslo.